martes, 7 de octubre de 2014

MIS PREMIOS NOBEL FAVORITOS

La Academia Sueca anunciará este jueves 9 de Octubre al ganador del Premio Nobel de Literatura de este año. A propósito de esta fecha tan importante (para mí y para cualquier lector contemporáneo verdadero), he decidido elaborar una lista con mis ganadores favoritos de años anteriores. Creo que los escritores que voy a recomendar tienen que ser leídos, debido a que sus obras no solo revelan la imaginación envidiable de cada uno de ellos, sino que, al mismo tiempo, reflejan diferentes realidades políticas, sociales y culturales en distintos tiempos y en distintas partes del mundo. 

1. Mario Vargas Llosa. 

        Ganador del Premio a los 74 años de edad, cuando él mismo había perdido la esperanza (y seguramente la ilusión de ganarlo). Es más, el día que recibió la llamada, en Nueva York, que le anunciaba su triunfo, él estaba convencido de que se trataba de una broma de mal gusto, y solo lo creyó cuando vio el anuncio por televisión. 
        Para muchos el premio se le debió haber concedido hace ya varios años, en la década del ochenta, pero muchos afirman que su fuerte postura liberal y capitalista evitaban que la Academia le entregase el Nobel, ya que esta última tiene fama de tener preferencia por escritores de izquierda, como Neruda, por ejemplo. 
       Aunque muchos han leído a Vargas Llosa en el colegio (a mí nunca me hicieron leerlo), estoy seguro de son muy pocos los que son capaces de apreciar la calidad innegable de este hombre nacido en Arequipa en 1936. En uno de los miles de artículos que se escribieron sobre él, alguien dijo que había sido capaz de hacer algo que poquísimos escritores han conseguido: escribir cinco obras maestras, que son las que voy a recomendar ahora. Recomiendo, también, que sean leídas en el orden en el que aparecen aquí:

a. La Fiesta del Chivo: Las historias de Cabral, Urania y compañía quedan son inolvidables para el lector. Magnífica novela histórica.
b. La Tía Julia y el Escribidor: Varguitas y el entrañable Pedro Camacho se alternan para transportarnos al abracadabrante mundo vargasllosiano.
c. La Ciudad y los Perros: ¿Fue el Jaguar o no?, la gran pregunta de la novela. 
d. La Guerra del Fin del Mundo: Enorme injusticia no haberle dado el Nobel justo después de haber publicado esta novela.  
e. Conversación en la Catedral: El mejor libro de Mario. Perfección, exactitud, magia. No podría haber sido escrita de otra forma. La he leído catorce veces: la leería cien veces más. 

       Hay que leer a Vargas Llosa. Después de leer sus novelas, los ojos cambian: se vuelven más críticos, más sagaces, más inteligentes. Pero, cuidado, hay un precio en ello: también se vuelven menos felices. 

2. Orhan Pamuk.

        Cuando a Pamuk le entregaron el Nobel en el año 2006, apenas tenía 54 años. Para algunos era muy joven para ganar el premio. Felizmente, Orhan, con su trabajo, su calidad y su constancia les demostró a sus detractores que eso era mentira: no podrían habérselo dado en un mejor momento. Recuerdo que su discurso en el banquete del 10 de diciembre del 2006 (el vídeo se puede encontrar en YouTube o en la página nobelprize.org) es uno de los más hermosos que he escuchado, a pesar de su corta duración -5 minutos).
En él, responde a la pregunta que les hacen a todos los escritores: ¿por qué escribes? Su respuesta es de las más deslumbrantes que he escuchado y las lágrimas que no puedo evitar contener cada vez que veo el vídeo me hacen recordar que mi vida no sería la misma si Orhan Pamuk no hubiese irrumpido en ella por medio de Kemal, Negro o Ka, algunos de sus personajes. 
Hay tres novelas y un ensayo que recomiendo fervientemente y tienen un carácter casi bíblico para mí. Todas están traducidas al español y se pueden encontrar en casi cualquier librería a precios cómodos.

a. El Museo de la Inocencia: Cuando las personas me preguntan qué historia de amor les recomendaría leer, jamás dudo que esta es la elección correcta. Füsun, Kemal y su amor descontrolado y peligroso entran a la vida del lector y nunca la abandonan.

b. Nieve: Thriller político en el que acompañamos a Ka, periodista que retorna a su lugar de origen para investigar una serie de suicidios. La novela, como todas las de Pamuk, tiene romance, emoción y una necesaria dosis de muerte.

c. Me llamo Rojo: Después de leer esta novela, el lector tiene la certeza absoluta de que los colores, las formas, los animales y las pinturas tienen vida propia y tienen mucho que decir. El asesinato de un miniaturista desencadena esta novela que ha ganado numerosos premios. Hermosa. 

d. El Novelista Ingenuo y el Sentimental: Este ensayo fue escrito para las conferencias que se organizan en la Universidad de Harvard desde 1925, en las que han participado escritores como Italo Calvino o Jorge Luis Borges. Esta es una lectura para aquellos que quieren profundizar su entendimiento sobre los mecanismos de la novela, así como su construcción. Pamuk usa como ejemplos grandes novelas de la literatura universal: Anna Karenina o La Montaña Mágica. Para especialistas.

        El discurso de aceptación del Premio Nobel del año 2006 de Orhan Pamuk lleva por título "My father's briefcase" (El maletín de mi padre). Solo leer ese discurso (buscarlo en la página web arriba mencionada) convencerá a cualquier persona de leer sus novelas. 

3. José Saramago.

Cuando Saramago publicó su primera novela, la aceptación fue poco menos que nula. Nadie le prestó atención. El joven Saramago no se rindió, pero tampoco insistió. Dejó de escribir. Años más tarde, luego de obtener el Nobel, en 1998, le preguntaron por qué había dejado de escribir durante tantos años. "No tenía nada que decir", fue su genial respuesta. Murió a los 98 años y dejó novelas deslumbrantes. Su capacidad para escribir sin utilizar la gran mayoría de signos de puntuación (hay que leerlo para entender lo que digo), es una proeza casi imposible de imitar.

a. Ensayo sobre la ceguera: La epidemia de luz blanca se apodera de un pueblo sin nombre. Nadie puede ver. Solo lo peor se puede esperar. Y solo lo peor sucede. Aunque hay alguien que se ha salvado. La única esperanza.

b. El Hombre Duplicado: ¿Qué haría si prende la televisión y ve a alguien exactamente igual a usted? Su mismo rostro, su misma voz, sus mismos gestos. Todo igual. Las respuestas están en esta soberbia novela. Recientemente, salió la versión fílmica basada en la novela.

c. El Evangelio según Jesucristo: Hay que leerla sin prejuicios, la única forma en la que una novela se puede leer y, sobre todo, disfrutar. Historia alterna sobre la vida de Jesús, que causó revuelo al momento de su publicación. Memorable la conversación que tienen Dios, el diablo y Jesús.

        Sobre Saramago se puede decir mucho, muchísimo. Fue un genio. Escribió muchísimo. Militante del Partido Comunista, no solo dedicó sus días a la literatura, sino también a la política. Sus libros generan adicción. Una buena adicción.

        La literatura es una forma de vida. No es un hobby. No es algo que se hace cuando no hay nada más que hacer. Para el lector, los libros son como el oxígeno o la comida: necesarios para seguir viviendo. Esto solo es posible gracias a los escritores y a sus novelas. Aquí he mencionado solo tres y he hablado solo de algunos de sus libros. En futuros posts trataré de escribir con mayor detalle acerca de ellos.

Nada más. 






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